LA YUKON ARCTIC ULTRA - ¡representa probablemente una de las carreras de ultramaratón más frías y duras del mundo!
300 millas de nieve, hielo, temperaturas de hasta -40 °C y una naturaleza implacable, la MYUA es una empresa increíble, un evento desafiante y exigente.
La Montane® Yukon Arctic Ultra (MYAU) sigue el sendero Yukon Quest, el recorrido de la carrera de trineos tirados por perros más dura del mundo. Donde antes los equipos de perros se deslizaban y trepaban, ahora la fuerza humana recorre el sendero.
Elija entre correr 300 millas, 100 millas o una maratón, ya sea en bicicleta de ruedas anchas, con esquís de fondo o a pie.
La carrera de 480 kilómetros comienza en Shipyard's Park, en Whitehorse, junto al río Yukón. El primer punto de control (CP) se encuentra en Muktuk (26 m), una granja de cría de perros para mushers, seguido de un CP remoto en Dog Grave Lake (33 m), la marca de los 160 kilómetros en Braeburn Lodge (35 m), también sede de la Yukon Quest, otro punto de control remoto en Mandanna Lake (52 m), así como Carmacks (27 m), un centro recreativo. A 66 km de Carmacks se encuentra McCabe Creek, un punto de control oculto en la espesura del bosque. Desde allí, Pelly Crossing está bastante cerca (28 m), seguido de una caminata de 33 m por un río helado para llegar a Pelly Farm, una granja de estilo novelesco propiedad de los Bradley, una familia de cazadores de lobos que acoge a los atletas de la MYAU cada año. Pelly Farm marca el punto de control final y los corredores de 300 millas regresan a través de un camino forestal en colinas onduladas hasta la línea de meta en Pelly Crossing (32 m) nuevamente.
El recorrido de la carrera está marcado, sin embargo, la nieve fresca o mucho viento pueden borrar la ruta y dificultar encontrar el camino. 
Las horas de oscuridad son brutalmente largas, nublando tu juicio y manipulando tu mente. Te cuesta comer lo suficiente para obtener el combustible que tu cuerpo necesita. Duermes poco y estás solo, en un desierto inmenso, frío y desierto. Esta no es una carrera cualquiera. Es mucho más que eso. Es principalmente una lección de supervivencia. Es, sin duda, una de las carreras más difíciles del planeta, tanto física como mentalmente. Necesitabas usar todo tu arsenal de habilidades para llegar al final. Las consecuencias del clima extremo en el invierno subártico podrían influir si se gestiona mal. Y esto es lo que hace a la MYAU tan especial; si bien la capacidad de superar y aceptar el dolor físico es quizás la esencia del ultramaratonista, cualquier pequeño problema puede derivar en congelación o hipotermia en el Yukón. El cuerpo debe ser monitoreado y cuidado constantemente, ya que incluso la más mínima molestia puede convertirse en un problema con consecuencias a largo plazo.
La MYAU se diferencia de otras carreras de larga distancia similares en que no hay equipos esperando en los puntos de control para atender molestias. Te dan comida, te animan y, si tienes suficiente ánimo, te dicen que vuelvas a la nieve y corras hasta la meta. 
La atleta de Holyfat, Jovica Spajic de Serbia, superó a unos pocos competidores que no se retiraron.
Spajic lideró la carrera a pie desde el principio. Llegó a Pelly Crossing la noche del 7 de febrero. Tras un breve descanso, comenzó la penúltima etapa de la carrera con una marcha nocturna hasta Pelly Farm, donde llegó alrededor de las 7 de la mañana siguiente. El rastreador de la carrera lo muestra de nuevo en marcha unas horas después, comenzando a desandar sus pasos hasta la meta de Pelly Crossing, que cruzó la noche del 8 de febrero. La carrera de este año enfrentó muchos desafíos, pero Spajic los superó todos.
Los siguientes atletas de 300 millas en terminar fueron Daniel Benhammou y John Nakel, ambos veteranos de EE. UU. y de la MYAU.
Según una publicación en Facebook del administrador de MYAU, Callum Joliffe: “Al frente de la disciplina de pie desde el comienzo de la carrera, sin detenerse por mucho tiempo y siempre con una mirada de determinación en su rostro, Jovica se propuso lograr esta carrera para sus seres queridos y para su país. ¡Creemos que los hizo sentir orgullosos a todos y con una velocidad increíble!”
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